domingo, 19 de septiembre de 2010

Desde mi balcón




-Suspira- Por que tienes que estar tan lejos de mi, por que el abismo entre los dos es tan grande. -se cuestiona el chico mirando sobre su balcón, mirando una ventana iluminada, en aquel extremo, una joven asomaba,cerrando las cortinas, el, ahogando sus penas en el silencio de la noche-
Cada noche, miraba por el balcón, el joven escritor, deseándole buenas noches a su amada por un rincón, mirándola todas las noches, cuidando de ella, sentado, acompañado por la luna y por su pluma, escribiendo, deseando, imaginando, soñando,pensando.....
No podía, no podía expresarle, mas en las sombras se extrañaba, se relajaba, fantaseaba el día en el que su amor fuera digno de entregarlo.
Las noches heladas pasaban, revolviendo los cabellos largos del joven, su mano temblorosa sobre el papel, derramando tinta en vez de sangre, mirando de vez en vez, de minuto a minuto, sobre el balcón, de la cual, ni el nombre sabia, solamente era el hecho de contemplar aquella bella rosa.
Una puñalada en corazón sufrió cuando por aquel balcón maldito aquella escena tuvo que presenciar, su amada, su bella flor, aquella que era la fuente de su inspiración, la joven de la cual todos los poemas les pertenecía, la musa, la dueña de sus sueños, las lagrimas rodaron por su mejilla, apretando aquel cuaderno que tenia, rompiendo la pluma, derramando tinta sobre sus manos, con coraje con ira, con temor,algo cayo...

¿Donde estoy, que es este lugar?, ¿Que es eso que veo ahí?, este lugar se me hace familiar... si ... si lo recuerdo ...algo viene a mi mente...pero por que todos lloran .. por quien están llorando, no deberían de llorar.


Un cuerpo cubierto por la lluvia, trajes negros empapados sobre el césped, a lo lejos, algo se distingue, los cabellos rubios empapados de alguien, llorando con un cuaderno, lamentándose.
El tiempo pasaba, las lagrimas ya derramadas, los pasados ya pisados, los recuerdos latentes de algo hermoso que paso, aun a lo lejos, pero el continuo, el no la abandono, no dejo de amar a su amada desde el mas allá, un cartel colgaba, con letras rojas, muy grandes, con vista hacia el balcón, donde aun se encontraba la silla y las lagrimas de la pluma, aquellas letras, esas palabras que transcienden a lo imaginable, aquel dolor combinado con dulzura y pasión, ese sentimiento, aquellas letras que conforman una expresión, aquello que se sentía el uno hacia el otro aun sin conocerse, ni siquiera de saber el nombre del otro, Te amo .

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